INDIGNACIÓN EN MONTECASEROS POR UN CASO DE FAENA CLANDESTINA

Meganoticias Mendoza se trasladó hasta el distrito de Montecaseros, en San Martín, tras un reciente y preocupante caso de faena de un caballo. Dante, el propietario del animal, compartió su angustia y la frustración que genera esta problemática recurrente.

Dante lamentó que no es la primera vez que sufre un hecho similar, señalando que la faena de caballos parece persistir en la zona.
Expresó un profundo dolor por la pérdida de su caballo, con quien tenía una relación afectuosa desde su nacimiento y al que consideraba un compañero para disfrutar.
El caballo fue robado del corral durante la noche, aprovechando la lluvia, y encontrado faenado a unos 400 metros dentro de la misma finca.
Una cordera que posee alertó a Dante con sus balidos al regresar a su casa, aunque no le dio importancia en ese momento.
Por la rapidez de la faena, Dante estima que participaron entre tres o cuatro personas en el robo y un mínimo de seis para el despiece y traslado de la carne.
Hace cinco años, el hombre ya había sufrido la faena de dos caballos en su propiedad.
Dante cree que la falta de una ley severa permite que quienes no tienen trabajo vean en el robo y faena de caballos una alternativa económica más conveniente que buscar un empleo formal.
La carne de estos animales faenados ilegalmente termina siendo consumida por la comunidad, atraída por precios más bajos.
El propietario del animal clama por una ley más estricta con penas de cárcel para quienes faenen caballos y por el fin de las carnicerías clandestinas, que son el destino de esta carne.
Los perpetradores demuestran ser conocedores de la zona, operando de noche y trasladando los animales por dentro de las fincas para evitar ser detectados.
Dante estima que en Montecaseros podría haber una banda de unas 20 personas dedicadas a este tipo de delito, dada la logística y la cantidad de personas que intervienen en cada hecho.
La indignación de este caso refleja el sentir de muchos vecinos de la zona ante una problemática que no cesa y que genera pérdidas económicas y un profundo malestar en quienes tienen animales. Las autoridades aún no han logrado frenar esta actividad ilegal que pone en riesgo la salud pública y la propiedad privada.