LA PEOR NOTICIA A UN AÑO DE LA MUERTE DE CARLOS GRUINI

El caso:

El hecho ocurrió el jueves 21 de mayo alrededor de las 23 hs. cuando la esposa de Carlos Gruini ingresó a su casa y tras observar todo desordenado, fue sorprendida por sujetos armados, quienes la amenazaron y sustrajeron 80 mil pesos y dos cheques. Hasta ese momento, no había visto a Carlos, quien yacía en otro sector de la propiedad atado y con trece golpes en la cabeza. 

Un perro de la policía fue clave en la investigación. Tras ser llevado a la vivienda de la víctima ubicada en carril Barriales, el animal entrenado en rastreos se dirigió hasta la vivienda de un sujeto que había sido la misma noche del crimen por romper la cuarentena y por averiguación de antecedentes.

La fiscalía de Junín- Rivadavia detuvo a Erik Suazo (23), quien fue imputado por el homicidio del transportista. Su teléfono fue intervenido y la medida tuvo resultados positivos cuando Suazo habló con su suegra y le dijo no solo que fue el autor de asesinato sino que también afirmó que “le pegué con un fierro”, indicando que luego lo había guardado en el techo de su casa.

Efectivos de la policía de Mendoza realizaron dos allanamientos: uno en la casa de la suegra de Suazo, donde le secuestraron el teléfono a la mujer; y el segundo, en la casa del sospechoso, para detenerlo y llevarse “el fierro” que en realidad es el cabo de una pala.

Suazo fue imputado por homicidio criminis causa, delito que tiene como única pena la prisión perpetua y enviado  al penal.

La fiscal Valeria Bottini y el jefe de los fiscales de Junín-Rivadavia, Mariano Carabajal, fundamentaron la solicitud con los siguientes elementos de prueba: primero, la magnitud de la prueba ya que está imputado por un delito que tiene pena de prisión perpetua. Por otro lado, Suazo tiene antecedentes penales: fue condenado a dos años de prisión en suspenso por violencia de género. Además, en el pasado, existieron dos órdenes de captura en su contra.

Por último, los fiscales apoyaron su posición en la existencia de riesgo procesal, ya que hubo entorpecimiento probatorio. En una escucha el imputado dice que escondió arriba del techo el arma homicida. En otra, estando detenido, le dijo a una mujer que destruyera un chip de teléfono.

A un año del asesinato:

Un par de días antes de que el crimen cumpliera un año, los hijos y la esposa de Carlos Gruini recibieron la peor noticia: el individuo ligado a la causa recibió prisión domiciliaria en tanto comience el juicio. Para el juez Eduardo Orozco el audio del teléfono del imputado no es prueba suficiente para que siga en prisión.

El pedido de justicia se hace más fuerte. No solo es una familia la que lo exige, sino toda una comunidad.

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