Esta semana se viralizaron videos que ponen de manifiesto las pésimas condiciones en las que viajan los estudiantes universitarios al Gran Mendoza. Por otro lado, los últimos días también se han comunicado familias con nuestro medio para denunciar la falta de frecuencias, fundamentalmente en horas pico y en distritos.

Muchos niños, niñas y adolescentes de Rivadavia, Junín y San Martín también llegan tarde a la escuela. A veces deben esperar hasta una hora para que un micro pare a recogerlos y llevarlos a destino. Las instituciones educativas en la mayoría de los casos tienen consideración con las tardanzas, pero eso no soslaya que la calidad educativa se vea precarizada, cuando en ocasiones pierden hasta media hora de clases, lo que afecta directamente al derecho a la educación obligatoria de los menores que, además, normalmente viajan apretados y hasta en los escalones de los colectivos. Vienen mañanas frías, y no hay vestigios de que la situación mejore.

Otras de las víctimas indiscutidas de la decadencia en el servicio de transporte público en la zona Este son los vecinos de los distritos que cuentan con muy pocas frecuencias diarias, y esas frecuencias también van y vienen abarrotadas. 

De los vueltos de los choferes y de la falta de cambio para cobrar el pasaje ya hemos hablado sobradas veces. Y claro que no responsabilizamos a los trabajadores transportistas que salen todos los días a rodar las calles y hacer lo que pueden con lo que tienen. De manifiesto está que el sistema de cobros de pasajes ya está obsoleto, como también el sistema con el que se informan los horarios de las frecuencias, que no solo deberían ser respetados, sino fehacientemente comunicados aprovechando las herramientas que la tecnología pone a disposición.  

Sin dejar de menospreciar las amplias distancias que recorre el servicio de pasajeros, tampoco debemos olvidar los subsidios que perciben. Aquí hay un derecho, y donde hay derechos que no se respetan correspondientemente no puede haber excusas.

¿Acaso la responsabilidad no quedará para los representantes de los ejecutivos y legislativos que fueron elegidos mediante el voto popular? ¿No será el momento de poner en segundo lugar el lobby y las "Declaraciones de interés" de los Honorables Concejos Deliberantes, para poner manos en acción y presentar propuestas reales y concretas que cambien sustancialmente la vida de todas las personas de la zona Este?